Es una regla básica que, cuanto más blanca y delicada es una prenda, mayor es su probabilidad de sufrir infortunios. Lo mismo pasa con esa tostada de mantequilla que vigilamos con exceso y que terminará cayendo al suelo, sobra decir que boca abajo.
Como si cuanto más queremos proteger algo, con mayor facilidad se es dañado precisamente por esa sobreprotección o por simple ironía de la vida.
Llegados a este punto quizás alguien pueda pensar en relaciones personales que se ven afectadas por esta misma ley, pero yo sólo hablo de camisas de esas que se pone uno para vestir el torso.
Para mi desgracia, sólo necesito ponerme una camisa en concreto para atraer todas las manchas estúpidas y reincidentes, como la que deja la pasta de dientes tras caer espumosa y rebelde desde mi propia boca o el fragmento imperceptible de chocolate que cae de un galleta y que se esparce como si te hubieses bañado en barro.
Lo peor es que, cuanto más miedo le coges a interactuar con algo, más torpe te vuelves en ello, por lo que la hora de la comida puede llegar a parecer la operación quirúrgica de un ojo por cómo coges los cubiertos.
Efectivamente, conozco el problema porque me sucede lo mismo. Tampoco falla el tropezar con un hierro y rasgarse el zapato cuando se está estrenando.
Siempre te queda la opción de los baberos, eso sí, para comidas de trabajo quedan fatal. Otra alternativa es la que yo utilizo: vestir de negro, y a falta de negro, gris.
Un bico que no mancha
Has contado una verdad como un templo, y si además de que las posibilidades de mancharse cuando vas con una camisa blanca se multiplican por 100 añades la torpeza natural de alguno de nosotros, te machas sí o sí.
La Ley de Murphy es fuerte en ti, joven padawan.
@si, bwana : y yo que creía que los zapatos estaban a salvo :S
@Tuxina : depende del babero, apuesto a que hay alguno molón y seguramente acabe imponiendo moda xD
@Chasky : prácticamente lo asumes nada más ponerte la ropa.
@Jake : odio a Murphy.
A mí me pasaba lo mismo, hasta que asumí que las camisas blancas son: puestas por la mañana y a lavar por la noche, y que pase lo que Dios quiera.
Desde ese momento, se manchan menos y en ocasiones he podido llegar a usarlas hasta dos ocasiones sin lavarlas!!!
Asúmelo Ina, el blanco es un imán para las manchas, así es la vida.
PD: muy bonito el color blanco nuclear.
@pausem : supongo que todo es cuestión de asumir lo irremediable. El término de «blanco nuclear» siempre me recuerda a tu diferenciación de blancos.
Suma «fiesta en la playa» + «hay que ir vestido de blanco» + «barra libre, vasos muy llenos y gente… eh… digamos, con poca coordinación neuromuscular en esos momentos».
¿El resultado?: gran cantidad de material para anuncios de detergente.
@JB : ni que lo digas xD . La próxima vez puedes llevar la camisa ya manchada para no preocuparte desde el principio.
Pues por invocar a la suerte, anoche me puse la camisa blanca y hala, cataplof!
Lo de JB me recuerda a un garito que fui en verano, a una fiesta de blanco (todos vestidos así muy guapitos) y qué pusieron en la fiesta?? una fuente de chocolate!!
La cosa era que cogías un pincho de fruta, lo bañabas en chocolate y te ibas a sentarte, en unos pufs que había blancos precioso a ras de suelo, no podías usar las manos claro porque llevabas el super pincho de chocolate y bueno, luego te lo comías sin mancharte. ¡Todo un reto! La fiesta fashion se convirtió en una agonía, era difícil divertirte con tanto trabajo.
@pausem : la fiesta agónica xD. Ya podrían haber dado un cartoncito a modo de mini-bandeja junto al pincho.
El blanco es un color prohibido para vestir, antes de sacarlo del armario ya se ha manchado 🙂
Lo peor yo creo es cuando te manchas y no te das cuenta de ello mientras todo el mundo va viendo ahí el manchurrón enorme!
@Onir : la gente te miraría la mancha enorme y comentarían : «Pobrecillo, si es que se ha puesto una camisa blanca» xD