Hace casi un año

Carezco de la capacidad de retener en la memoria la fecha exacta de los acontecimientos, pero algunas veces, sobretodo cuando queda anotado y merece la pena, lo recuerdo.

Sucedió un 14 de abril, en un lugar público de una noche como esta, un guardia de seguridad que pasaba con disimulo, una voz en el altavoz que quizás llamase la atención de alguien y un poco de nerviosismo en el ambiente mezclado con indecisión. Hubiese querido que el tiempo se parase, que nadie interrumpiese el momento.

Ha pasado prácticamente un año y han sucedido muchas cosas desde entonces. Ahora todo aquello es un recuerdo y, a diferencia de los otros, de este aun conservo la semilla, una semilla que intentaré conservar hasta que me queden fuerzas, que va a ser mucho tiempo.