Una mañana de Marzo

Algo que escribí la semana pasada. He eliminado el primer párrafo porque me podría «delatar«.

[…]
Por mi parte la curiosidad sigue quemando y cuanto más sé, más quiero saber, un círculo vicioso que se extinguirá cuando el hambre de mi saber se sacie. Maldita curiosidad. Me distrae y me desgasta, impide que me centre al 100%, como si se tratase de un lastre en mi vida del que no me puedo deshacer y del cual forma parte mi ser.

La cautela ayuda a frenar e incluso a detener, con el sentimiento en la mente de que algo especial y oportuno sucederá, pero, como siempre, esto nunca sucede y posiblemente nunca sucederá.

Será porque lo que realmente quiero es muy diferente a lo que normalmente quiero. Algo que quiera de verdad podría suponer el romper la barrera de la simple curiosidad y la cautela para dar paso al saber y la iniciativa. Mientras tanto, seguiré esperando a que me encuentre lo que busco, tan sencillo y tan irónico.