Humo

Estando en un restaurante de comida italiana, en una pequeña mesa compartiendo nuestros platos de pasta y pizza, sonó la alarma de incendios. El restaurante enmudeció de pronto, aunque algunos críos aun seguían dando el follón y el hilo musical seguía sonando con agradable música que ahora nadie le prestaba atención.

Nosotros veíamos el pasillo que daba a la cocina y esperábamos ver el humo o incluso el fuego o su resplandor. Una camarera se acercó a la cocina para saber qué pasaba y al rato salió sin muchas prisas. Unos segundos más tarde la alarma se apagó y todo volvió a la normalidad.

Lo que me llamó la atención es que los aspersores no se pusieran en marcha. Aunque para esta ocasión lo preferí, de lo contrario nos hubiesen dejado empapados y sin comida.

Cocineros del mundo, tengan cuidado con los flambeados 🙂 .