Un día lluvioso

Tras un par de horas de examen en un frigorífico – sí, en esta época del año las aulas son cubitos de hielo y en invierno son hornos de panadero industrial -, el día se ha ido oscureciendo y han empezado a caer las gotas de lluvia y los rayos de las nubes. Pero no importa, tras cada examen hay un momento de tranquilidad, de sosiego por un trabajo finalizado que te hace sentir liviado de nuevo.

Así que aquí estoy, escribiendo porque me apetece escribir y escuchando mi música porque hace dos días que no lo hago (tengo una ligera adicción 🙂 ).