Spoiler Man

Imaginaros que vais al cine a ver una película un día en el que la cartelera no está muy espléndida y os decantáis por la menos mala. Pasas dentro del cine con cierto tiempo de antelación y te diriges a la sala correspondiente pero, antes de entrar pues aun están los títulos de crédito del pase anterior, decides ir al baño a hacer aguas menores para que no te sorprendan en mitad de la trama de la película.

Así que ahí vas, entras a los baños más cercanos, abres la bragueta y te pones a evacuar mirando la pared. De pronto, entran un par de individuos con la misma intención de evacuar pero, a diferencia de ti, estos ya vienen de ver la misma película que tú tienes intención de ver y lo averiguas porque se ponen a comentarla a pleno pulmón, tanto que dudas que les queden fuerzas para orinar.

En esa pequeña fracción de tiempo de vaciado de tu vejiga, te da tiempo a escuchar una pequeña sinopsis (incluyendo final, por supuesto), quién muere, quién se queda con la chica y demás spoilers.

Tras tu resignación, en tu mente una de tus neuronas (la que se encarga de decirte cuándo estás malgastando tu tiempo o tu dinero) te comenta que, si ya era mala la película que ibas a ver, ahora, conociendo todos los detalles, va a ser una cosa infumable de 7€.

Por lo tanto decides que no quieres pasar las dos siguientes horas de tu vida en una sala oscura viendo como se cumple cada uno de los spoilers comentados. Por lo tanto, dictaminas que lo mejor es salir de allí y, mientras lo haces, te encuentras de nuevo a esas personas comentando entre risas que, posiblemente, habían cometido pecado de spoiler sobre un inocente en los baños.

A mi todavía no me ha ocurrido, pero lo he visto y, aunque no es lo peor que te puede pasar en los baños de un multicine, no mola nada. Seguramente la persona que vi sufrir tal trauma haya dejado de ir o al cine o al baño…