estereotipos

Duros de mollera

Siempre he escuchado que a las personas mayores les cuesta mucho más asimilar las innovaciones, tanto sociales como tecnológicas que se incorporan año tras año en comparación con los jóvenes, sin embargo, parece que eso de tener una mente abierta está más asociado al tipo de persona que a una edad concreta.

No dejo de encontrarme gente joven con estudios y avispados que son reacios a adoptar otros enfoques con respecto a ciertos temas, se cierran y prefieren no escuchar para, supongo, su comodidad, la que le reporta el no tener que pensar en algo o reestructurar aquello que tenía por cierto e inamovible.

Incapaces de suponer algo como cierto para sopesarlo porque a simple vista no puede ser posible y porque la mayoría de gente dicta lo contrario. El ejercicio de la indagación y el esclarecimiento se deja a un lado como si fuese una pérdida de tiempo y, aun así, creen ser críticos.

Muchas veces también son incapaces de ver más allá de lo socialmente aceptado o se utilizan estereotipos llenos de prejuicios de las más dispares índoles, encasillando a gente junto a sus acciones sin fijarse en los detalles.

En fin, que las personas obstinadas no son lo mío.