febrero 2010

Contribuyendo a la deforestación

Tuve una pelea el sábado por la noche que me ha pasado factura los primeros días de esta semana. La discusión empezó por causa del frío que hacía, pues mi edredón dijo que él se ponía como le daba la gana por mucho que lo agarrase de una u otra forma, y al final se salió con la suya dejando mi espalda al descubierto.

Así que he estado moqueando como un grifo abierto durante tres días, agarrado al rollo de papel higiénico con las dos manos, con la nariz colapsada y la mente enturbiada.

He gastado tanto papel que me siento hasta culpable, pero es que la gente no entiende eso de recoger los mocos directamente que caen de tu nariz en un cazo, parece ser que no es muy enrollao aunque sea mejor para el medio ambiente.

Menos mal que el solecito y los 20ºC que están haciendo ayudan a pasarlo en mejores condiciones.

Viajes

El hecho de ir a ver a Champi y desplazarse unos cuantos cientos de kilómetros es inevitable. Mi hermana pequeña me acompañará en esa tremenda aventura que en un principio, podría transcurrir a bordo de un avión o un tren. La compra de los billetes es algo que han dejado en mis manos, pero mi hermana pequeña me recomendó que fuese mirando brazos de repuesto si íbamos a ir en avión.

Parece ser que a mi hermana eso de los aviones no le va mucho, no le debe gustar la idea de verse a tropecientos kilómetros del suelo y escuchando el incesante sonido de los motores por si alguno se para. Para mi, sin embargo, es lo más próximo que voy a estar de probar el equivalente a la aceleración de un Bugatti Veyron, así que me resulta algo atractiva la experiencia.

Y ahora, con el regreso de Lost, aun lo tengo todavía más difícil para elegir el avión. Quizás, si hubiesen inventado brazos biónicos con bluetooth no me sería tan difícil dejar a mi hermana que retorciese el mío en el despegue y aterrizaje.



Telemarketing

Por la tarde, nada más llegar a casa, sonó el teléfono. Al responder, una señorita se presentó fugazmente y me informó que estaba haciendo una encuesta para determinar, en resumidas cuentas, la felicidad reinante en la ciudad. El diálogo fue algo así:

– ¿Le podría realizar algunas preguntas para llevar a cabo la encuesta?
– La verdad es que ahora mismo me encuentro ocupado.
– Bueno, dígame si le puedo llamar más tarde, estamos hasta las 9 de la noche.

En ese momento pienso «Mierda, si le digo que llame más tarde, realmente va a llamar más tarde». Así que puse en práctica un método (que aun tendré que pulir) que vi en una serie:

– Pues va a ser que no, mejor me deja su teléfono y ya la llamo yo cuando pueda.
– Muy bien, buenas tardes – me contesta rápidamente, tras lo cual colgó.



Nacimiento

A pesar de mis sugerencias y advertencias, Champi decidió, definitivamente, hacerse paso hasta este mundo ayer de madrugada. Ya sabéis, se empiezan con unas contracciones y, al cabo de unas horas, aparece un niño pidiendo teta.

Todavía no lo he visto, pero mi madre dice que tiene una mata de pelo negro en la cabeza a modo de rockero, pesa 3.460Kg, no está arrugado y tiene las orejas pegadas a la cabeza (nada de orejas de soplillo).

PD: mi hermana mayor se encuentra estupendamente, dentro de las circunstancias.
PD 2: a mi hermana pequeña ya le ha gruñido por teléfono.