troll

OK boomer

Una increíble dialéctica, un razonamiento atronador, quizás un giro argumental esmatoplástico o simple lógica aplastante para llegar a una retórica sin igual y un juicio fuera de lo normal, pero no, hoy en día hemos llegado a zanjar una conversación con un insulso «OK boomer». Nada más, sin adornos ni florituras.

¿Dónde quedaron los hilos de discusión llenos de bilis y acidez estomacal? Y no hablo del mundo «troll» y sus falacias lógicas, sino de gente que realmente cree en lo que piensa y no tiene reparos en expresarlo.

Hay quien se levanta por las mañanas pensando en tomarse su café para retomar su rutina como una persona normal, pero los hay que necesitamos de un poco de ideas contrapuestas expresadas en palabras que hagan subir la tensión arterial para tener ese subidón de adrenalina en sangre. Pero no, hoy en día si no piensas como yo es que estás anticuado, eres un boomer y no pienso perder el tiempo en que lo entiendas.

Si no somos capaces de expresar lo que pensamos ¿realmente somos conscientes de aquello en lo que pensamos?

Que igual todo esto tiene muchas más variantes:

  • Eres un «troll» -> OK boomer.
  • No tengo tiempo de explicártelo -> OK boomer.
  • No sé explicártelo -> OK boomer.
  • No me gusta lo que dices -> OK boomer.
  • Pareces viejo, ni te escucho -> OK boomer.
  • No me molestes -> OK boomer.

Quizás la explicación más lógica es que me esté haciendo viejo.