enero 2020

Vamos de compras

Cuando me decido por comprar un producto normalmente es después de haber hecho una investigación tan minuciosa como su coste económico supone. Dentro de esa investigación seguramente encuentras opiniones de todos los tipos y utilizas tu experiencia para ir descartando opiniones pagadas, gente que no saber hacer una O con un canuto, etc.

Dentro de todas esas opiniones y análisis provechosos debes tener en cuenta que quizás tus preferencias no sean las mismas que las de todo el mundo, puede que antepongas la estética del producto a su utilidad o todo lo contrario. Dicho esto y sopesando los pros y los contras acabas tomando una decisión por un producto o generando más confusión e indecisión. Esto último suele ocurrir porque no has madurado lo suficiente la idea y necesitas seguir dándole vueltas.

Después de toda esa ardua investigación y horas invertidas en decidirte, compras tu producto y lo disfrutas. Pero la cosa no queda ahí, porque estás tan a gusto con tu decisión que sientes la necesidad de compartir tu felicidad y ayudar a otros a tomar su elección, aunque más bien es que acaben tomando la misma decisión que tú. Es ahí cuando te convierte en un potencial fanboy. Y digo potencial porque, aunque no lo seas, los que no estén de acuerdo contigo te lo reprocharán.

Imagina que te compras un flamante Macbook Pro de 16″ por 2.699€ con las siguientes características (equipo más básico):

  • Intel Core i7 de seis núcleos a 2,6 GHz de novena generación (Turbo Boost de hasta 4,5 GHz)
  • 16 GB de memoria DDR4 a 2.666 MHz
  • AMD Radeon Pro 5300M con 4 GB de memoria GDDR6
  • 512 GB de almacenamiento SSD
  • Pantalla Retina de 16 pulgadas con True Tone
  • Cuatro puertos Thunderbolt 3
  • Touch Bar y Touch ID
  • Teclado retroiluminado – Español

Pues es una bestia parda que puede moverlo todo y donde MacOS se mueve a una velocidad increíble. Por supuesto que lo vas a recomendar, solo un hater (lo contrario a fanboy) podría discutir que no es la mejor opción. Bueno, un hater y quizás cualquier otra persona que valore ciertos aspectos de forma distinta a la tuya. Quizás cualquier persona que vea el precio del portátil y se le ocurran tres marcas diferentes sin echar mano de Internet que ofrezcan mayor hardware por bastantes cientos de euros menos. Pero cuidado, tú estás ahí para contarle a esas personas que la experiencia que ofrece Apple es maravillosa, que todo el I+D de sus productos se convierte mágicamente en un incremento de productividad en el usuario final, que su diseño exquisito marca tendencia y su ecosistema lo convierte en indispensable. Es más, cualquier persona que intente negar lo anterior es porque no puede desembolsar el dinero que cuesta, seguramente porque solo utiliza su equipo para consultar Facebook, que si fuera un verdadero profesional invertiría sabiamente su dinero en este equipo.

Entonces en qué quedamos ¿es un buen portátil? ¿me lo compro? Bueno seguro que es y caro también. Fanboys y haters siempre van a haber de una u otra marca (¿alguien dijo Intel y AMD?), pero por donde no paso es por el ecosistema cerrado de Apple. Si quieres interoperabilidad entre tus equipos necesitas que todo sea de Apple, a pesar de que en ciertos ámbitos ofrezca equipos muy inferiores. Esa falta de libertad para mi es lo más rastrero y menos atractivo de los productos de la marca, que me obliguen a usar hardware concreto (no por limitaciones técnicas sino por beneficio de Apple) y decirme qué tengo o no que hacer con ellos me pone de muy mal humor, por mucho que me intenten decir que es por mi bien y que ellos lo saben mejor que yo.