Música

Me han robado el portátil

Ya sé que alguno de vosotros saltaréis con el tema del uso de Prey (que, por cierto, sería la primera aplicación que le pondría a mi móvil Android), pero el problema estriba en que sé perfectamente quién lo ha usurpado de mis manos, junto a todos sus accesorios: mi padre, que ha descubierto Youtube y Google.

Desde hace poco mi padre se habituó a coger el portátil en vez de poner la televisión de su cuarto en horas de siesta, pues el pobre CRT iba muriendo. Así que ahora, en vez de quedarse dormido con el mando del televisor agarrado, se queda dormido con la mano sobre el touchpad.

Ahora ve lo que quiere y cuando quiere, desde programas de televisión hasta vídeos de demostración de maquinaria de su oficio. Es una ventaja sobre el aburrimiento que supongo que tuvieron que vivir nuestros antepasados.

En fin, que del portátil me puedo olvidar; es más, lo último que hice con el portátil fue grabarle un cd de música a mi padre de los vídeos de Youtube que me indicó que quería, para poderlo escuchar en el coche.

Menos mal que mi Ipod Suffle no llama mucho la atención…

Concentración

Desde hace más de un año vengo arrastrando un problema de concentración que me impide leer. Es cotidiano el hecho de coger un libro, empezar a leer unos cuantos párrafos y, en cuanto me descuido, estoy pensando en un millón de cosas que no tienen nada que ver. Algunas palabras o frases actúan como un gatillo, que disparan mi mente recordando cosas o imaginando otras que no tienen absolutamente nada que ver con lo que leo.

La única forma de persistir en mi lectura es leer muy rápido, de esa forma me fuerzo a mantener la mente en las palabras escritas, pero cansa y me es imposible recrearme en el texto. Da igual el tema del que trate, si me guste más o menos, pierdo la concentración y me evado.

Sin embargo, con la música me ha pasado completamente al revés. Cuando cojo los auriculares, me embobo escuchando cada uno de los instrumentos, fascinado por los cambios de ritmo, las entonaciones del cantante y los arreglos con pequeños detalles que rellenan la canción. Hasta echo para atrás la canción unos segundos para intentar captar esas particularidades.

Ya me gustaría a mi arreglar mi problema de concentración, que tengo unos cuantos libros por leer y alguna que otra cosa que depende de ello.

17 segundos

Cuando tienes la oportunidad de tener el original en tus manos puedes leer aquello que sólo parecía una melodía sin letra al final del disco:

17 seconds of compassion
17 seconds of peace
17 seconds to remember love is the energy behind which all is created
17 seconds to remember all that is good
17 seconds to forget all your hurt and pain
17 seconds of faith
17 seconds to trust you again
17 seconds of radiance
17 seconds to send a prayer up
17 seconds is all you really need