Comida

Reclutamiento

Hay cosas con las que no se debe jugar, una de ellas la comida como decía mi madre. Sin embargo, juguetear con el fuego, en sentido figurado, a veces puede resultar tremendamente seductor y eso es lo que ha provocado un contratiempo en mi vida.

Resulta que mi hermana mayor se ha quedado sin niñera para Champi y está intentando hacerse con alguna que cumpla con los requisitos. Durante ese proceso le ha pedido a mi hermana pequeña que vaya a cubrir la plaza hasta que encuentre a alguien. Esto puede durar, entre pitos y flautas y más pitos, un mes.

Si os preguntáis qué narices pinto yo ahí para que ande hablando de jugar con fuego, aquí os dejo una evidencia de mi hacer:



Esa es una de tantas fotos que le mandábamos a mi hermana mayor poniéndole los dientes largos. Su respuesta fue clara: reclutar a mi hermana pequeña (la artífice de la mayor parte de las delicias que salen de la cocina) tanto tiempo como pueda y alentarla a usar la Thermomix que posee. Es algo así como secuestrar a los científicos del lado contrario y ofrecerles tecnología novedosa para sus proyectos en tiempos de guerra.

Menos mal que mi madre puede suplir esta carencia estratégica formidablemente:



Así que, no os preocupéis de mi alimentación, podré sobrevivir un mes. Eso sí, no voy a tener con quién meterme cuando llegue a casa.

La comida

Algunos de los que venimos a la Campus hemos decidido gastar un poco más de dinero y recibir 3 comidas al día de catering. Pero no sé si le podría llamar comida a lo que nos sirven, pues sólo se salva el desayuno y la paella de miércoles (que por casualidad no corre por parte del servicio de catering).

Supongo que os bastará con ver las imágenes.



Además creemos que la comida está siendo reutilizada para días posteriores y que el tío de la bata blanca que merodea por los alrededores es un médico que controla los posibles síntomas que puedan padecer los que comemos.