Carreras clandestinas en Japón

Uno de mis animes preferidos, sino el que más, es Initial D. Mientras flipaba con las proezas de los protagonistas aprendía sobre motores, turbos, suspensiones, neumáticos, maniobras de conducción y física. Quizás sea el único anime del que he vuelto a ver todos sus capítulos.

Y aunque todo pueda parecer que queda en la fantasía del dibujante, además de estar asesorado por expertos en la materia se puede ver en la realidad, con coches reales y conductores reales (algo kamikazes para mi gusto).



Si bien, en principio, me resulta impresionante e invidiable la capacidad de control que tienen sobre el vehículo, también me resulta impresionante el que, en cualquier momento, se puedan encontrar un coche de cara o hacer un recto en una curva.

Porque si ya resulta acojonante una mancha de aceite en medio de una autovía cuando tomas una ligera curva, en medio de una montaña es para no contarlo.