Qué insistencia

Haces unas semanas bromeaba con estar un poco paranoico respecto al asunto de los atropellos, pero parece que la cosa continúa.

En esta ocasión fue un Mercedes Clase A de color azul en un caso similar al anterior, cruzando por el paso de peatones de una esquina en la que el conductor tenía plena visibilidad. El tío del coche nuevamente iba demasiado rápido, giró bruscamente y tuve que dar un salto para ponerme a salvo en la acera porque el muy capu**o no frenó, ni un poco, sólo siguió su marcha levantándome la mano en plan: «Uis, perdona, que estoy en la parra jiji».

Recuerdo que cuando lo vi girar me dio tiempo a pensar: «¿Pego un salto hasta la acera o voy cogiendo una postura cómoda para ser atropellado?». Menos mal que escogí la segunda opción porque la primera, además de parecer dolorosa, era insultánte, porque ser atropellado por un Mercedes Clase A es patético, donde esté un autobús o un camión hormigonera…

En fin, ir al trabajo y/o cruzar en esquinas es dañino para la salud.