Ese ruido tan amigable

¿Qué suele pasar en septiembre? Dos cosas: hace calor y la gente deja las ventanas abiertas, y hay bastantes personas estudiando para los exámenes.

Entonces se junta un estudiante con la ventana abierta tan concentrado que se le saltan las pupilas, mientras la vecina de enfrente, con el balcón abierto, pone el último disco de Rosa de España a todo volumen.

¿Qué podemos hacer ante tal situación?

    Gritarle con toda nuestra fuerza física contenida tras varias horas de estar postrado en un silla dónde puede guardar el disco la vecina.
    Colocar nuestro equipo de música estratégicamente para que los altavoces apunte a nuestro objetivo y aplicar los 500W RMS con el Mein Teil de Rammstein o equivalente (algo contundente pero con gusto: Ava Adore de Smashing Pumpkins, Buried Alive By Love de HIM, etc).
    Ir a su casa haciéndote pasar por agente medioambiental del ayuntamiento y explicarle la multa que tendrá que pagar si no baja el volumen de su música. Aunque es mejor pasarse como agente de la SGAE…tiene más efectividad 😉 .

Pero, ¿y si se trata de vehículos ocasionales que por sus características técnicas hacen excesivo ruido? Como coches-centralita que van con la ventanilla bajada, haciendo uso de sus 3000W de potencia, donde 2500W son sólo de graves que te hacen temblar desde las lámparas hasta la ropa de la lavadora; o de las misteriosas motos con tubos de escape ensordecedores (desde un cuarto piso) que rebolotean alegremente.

Ante esto último sólo podemos estrellarnos la cabeza contra algo. Pero hay que llevar mucho cuidado, por eso os invito a hacer uso del kit anti-estrés:


Image Hosted by ImageShack.us